La tecnología de chorro de agua es un proceso de corte en frío que corta mediante un flujo supersónico de agua pura, o bien agua con abrasivo, erosionando el material. Gracias a ello, los chorros de agua tienen una capacidad de corte casi ilimitada.
Fundamentos
La idea fundamental es bastante simple. Así es como funciona:
1. Generar presión
Una bomba de ultra-alta presión genera un flujo de agua con presiones nominales de hasta 94 000 psi.
A efectos comparativos, una manguera de bomberos opera a presiones que van de los 390 a los 1200 psi.
2. Convertir la presión en velocidad
Esta presión se convierte en velocidad mediante un minúsculo orificio realizado en una piedra preciosa, creando así un flujo tan delgado como un cabello humano y capaz de cortar materiales blandos.
3. Introducir el abrasivo
Para incrementar la potencia de corte hasta 1000 veces, el flujo de agua supersónico arrastra el abrasivo.
El agua y el abrasivo salen del cabezal de corte a casi cuatro veces la velocidad del sonido y son capaces de cortar acero de más de 30 centímetros de espesor.
Chorro de agua pura o con abrasivo
Existen dos tipos de chorro de agua: pura y con abrasivo. Combinadas, estas dos tecnologías son capaces de cortar prácticamente cualquier forma en cualquier material y con cualquier espesor.
Chorro de agua pura
El chorro de agua pura corta materiales blandos tales como juntas, espumas, plásticos, papel, pañales, aislamiento, paneles de cemento, revestimientos interiores para automoción, moqueta o alimentos.
Chorro de agua abrasivo
El chorro de agua con abrasivo se genera de la misma manera que el de agua pura, si bien, antes de escapar por la cabeza de corte, el efecto Venturi generado en una de las partes del cabezal de corte arrastra el abrasivo, que acaba mezclándose con el chorro de agua. El flujo de agua abrasivo resultante es capaz de cortar materiales duros, tales como metales, materiales cerámicos, piedra, vidrio y materiales compuestos.
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